lunes, febrero 12, 2018

La Historia y su uso



“¿Para qué necesito saber esto si estamos en la sociedad de la información?”
Esta pregunta me la hizo un alumno la primera vez que entré en su clase, con el libro de Historia del Mundo Contemporáneo abierto encima de su mesa. “¿Para qué?”, repetí yo, casi saboreando la pregunta.
Aunque puede parecer una pregunta para ganar tiempo antes de que el profesor empiece a explicar, aunque pueda ser nada más (y nada menos) que la muestra de un total desinterés por una materia que, por otro lado, el alumno había escogido entre varias optativas, es una pregunta importante y que tiene mucha más relevancia de lo que puede parecer. Porque es la pregunta que todos los historiadores y todos los profesores de Historia tenemos que hacernos cuando nos ponemos delante de una clase o cuando afrontamos un documento de Word en blanco. ¿Para qué sirve lo que vamos a contar?
Puede ser muy romántico y muy poético decir que necesitamos conocer el pasado para poder entender el presente. Y es verdad, porque la sociedad actual y sus características son fruto de todo lo que pasó anteriormente. Sin embargo, la pregunta de mi alumno tenía una segunda parte que, en este caso, estaríamos pasando por alto. Me preguntaba para qué le sirve saber Historia en la sociedad de la información. En definitiva, me estaba preguntando para qué necesita saber lo que venía en su libro si lo podía buscar en internet si alguna vez lo necesitaba.
Y esa es la pregunta verdaderamente relevante: ¿para qué queremos saber Historia si está todo en internet, a solo una búsqueda en Google de distancia?
“Pues muy sencillo”, dije yo después de reflexionar. “Porque internet nos dará información, pero no conocimiento. Internet  nos da datos, pero el conocimiento supone relacionar esos datos entre sí y con los conocimientos que ya tenemos. Y esos conocimientos que ya tenemos son los que nos permitirán saber qué datos son válidos y qué datos no lo son”.
En cualquier momento podemos querer saber quién hizo las pirámides de Egipto. No obstante, en internet vamos a encontrar igualmente páginas en las que nos digan que las pirámides fueron hechas por los egipcios y también páginas en las que se asegura que las pirámides las hicieron extraterrestres. Si no tenemos ningún conocimiento previo de Historia de Egipto, no sabremos cuáles son las que dicen algo cercano a la realidad y cuáles dicen un despropósito que no soporta ninguna clase de análisis racional. Por eso necesitamos saber algo de Historia.
Una vez que sabemos algo, en este caso de Historia, ya tenemos herramientas que nos permitirán discernir qué datos son válidos y qué datos no lo son, y, a partir de ese momento, pasaremos de recopilar datos inconexos a generar (y tener) verdadero conocimiento. 

 Representación de Clío, musa griega de la Historia.
Imagen de dominio público tomada de aquí.

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