viernes, marzo 27, 2015

¿Es malo pactar?

Como todo el mundo sabe, el pasado domingo fueron las elecciones andaluzas, la primera de la larga serie de citas electorales que tenemos por delante este año. Y, como ningún candidato obtuvo la mayoría absoluta, ahora va a ser necesario que se lleven a cabo pactos. Y, escuchando a los políticos implicados (y a unos cuantos más también), parece que eso sea algo malo.
Anoche, en El Intermedio, El Gran Wyoming se preguntaba si realmente pactar era algo malo. Si había algo malo en buscar apoyos. Y yo digo, ¿cómo va a ser algo malo?
Si se llevan a cabo pactos, por un lado se está representando a más ciudadanos, porque no se representa sólo a los ciudadanos que nos votaron, sino también a aquellos que votaron al partido con el que pactamos. Y por otro lado, porque los ciudadanos ya no tendrían que asumir por que sí las ocurrencias del partido en el Gobierno, sino que el partido con el que pactó podría servir para introducir nuevas ideas o nuevos puntos de vista, matizando o suavizando medidas que podrían ser más polémicas.
¿Os imagináis lo que sería que ahora hubiera gente sensata intentando que Rajoy y sus secuaces hagan cosas lógicas en lugar de su desquiciada y destructiva voluntad? Pues seguramente eso hubiera significado que el Gobierno habría tomado medidas menos absurdas y, tal vez, más efectivas y menos dañinas para la ciudadanía.
Pero claro, como pactar está tan mal visto en este país…

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