jueves, febrero 05, 2015

¿Se podrá o no?

El lunes pasado, por la noche, al llegar a casa, me puse a mirar los trending topics de Twitter, y me encontré con dos que eran #SiganaPodemos y #Podemosnoganara (así, sin tilde ni nada). En el primero de ellos lo que se comentaba eran las múltiples plagas bíblicas que nos caerán encima si Podemos ganase unas elecciones, mientras que en el segundo se daban motivos bastante peregrinos por lo que los tuiteros creían que el partido de Pablo Iglesias no podría ganar. El martes a medio día, cuando llegué del gimnasio, vi que en Al rojo vivo, de La Sexta, estaban comentando las declaraciones de un diputado del PP en las que decía que, si Podemos ganaba unas elecciones, esas serían las últimas elecciones libres en este país. Fuerte, ¿verdad?
Me pareció que la reacción de mucha gente de este país ante la irrupción de Podemos es digna de interés. Pero, sobre todo, me pareció que el fenómeno que supone esa irrupción debe ser interpretado de forma bastante menos tremendista.
En primer lugar, es poco probable que Podemos llegue a ganar unas elecciones, por lo menos las próximas. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que la sobreexposición mediática a que se está sometiendo a ese partido puede terminar jugando en su contra, ya que puede llegar al hartazgo de unos ciudadanos que podrían decidir no votarlos. Y eso, unido a la atomización del voto de izquierda, podría servirle en bandeja al Partido Popular otra victoria.
Yo no soy adivino, y dudo que los tuiteros y tertulianos de este país lo sean, así que no creo que ninguno de nosotros sepamos a ciencia cierta qué es lo que va a pasar si gana Podemos, un partido que, no lo olvidemos, canaliza el descontento de una parte muy importante de la ciudadanía de una manera pacífica (que a veces parece que a algunos se les olvida).
Sin embargo, si sabemos lo que está pasando ahora que gobierna el Partido Popular. Y lo que está pasando es que el Gobierno de Mariano Rajoy es el más destructivo de la Historia reciente de este país. No solo ganaron las elecciones con un programa electoral que no pensaban cumplir, engañando a todos y cada uno de sus votantes, sino que, además, está llevando a cabo una sistemática destrucción de los derechos de los ciudadanos, con sus recortes en Sanidad, Educación o Dependencia, o con su aprobación de una reforma laboral que solo ha servido para destruir empleo y precarizar el que se mantiene.
Ahora, Rajoy, su Gobierno y sus medios afines nos intentan cegar con cifras macroeconómicas muy resonantes, pero si salimos a la calle no vemos tanta alegría como ellos nos quieren contar, porque aunque nos digan que la legislatura va a terminar con la creación de un millón de empleos, se les olvida comentar que durante sus dos primeros años de Gobierno, gracias entre otras cosas a su reforma laboral, se destruyeron otros tantos.
Por eso creo que, a día de hoy, el verdadero rival electoral del Partido Popular no es Podemos, ni siquiera el Partido Socialista. Es la realidad.
No sé qué hará Pablo Iglesias si gana las elecciones. Pero sí sé que lo que ha hecho Mariano Rajoy es muy malo.

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