jueves, enero 08, 2015

Je suis Charlie

Cuando todavía no nos habíamos acostumbrado al nuevo año, 2015 ya nos trajo ayer una de las noticias más trágicas que podemos imaginar: un atentado terrorista, en este caso un atentado yihadista en París, en la sede de la revista satírica Charlie Hebdo, a la que se vino a sumar hoy mismo otro tiroteo también en París. En este caso es mucho más que un atentado contra la vida de las personas, es también un atentado contra la misma libertad de expresión.
Este es un momento de dolor, por supuesto, pero también un momento en el que debemos ser conscientes de que acusar a todos los musulmanes de terrorismo es simplista e injusto. Tanto como lo sería acusar a todos los vascos de ser etarras, a todos los sacerdotes de ser pederastas o a todos los empresarios españoles de ser tan mangantes como Díaz Ferrán.
Y sin embargo, ya salió Marie Le Pen, seguramente después de brindar con champagne y tratando de ocultar su alegría, buscando sacar rédito político de este atentado. Y, desgraciadamente, estoy seguro de que lo conseguirá.
Como también sé que es muy posible que este atentado sirva de excusa para los radicales de ultraderecha para atacar a los musulmanes, obviando el hecho de que la mayoría de los musulmanes no creen en la violencia, aunque se sientan ofendidos por las viñetas de Mahoma.
Pero es que esa es otra, porque ahora todos hemos visto esas famosas viñetas que habrían sido la excusa para llevar a cabo la matanza, incluso quienes jamás habían escuchado el nombre de la revista. Es lo que, en el mundo de internet, se conoce como el “Efecto Streisand”.
Me preocupa mucho que cosas así puedan pasar, y me preocupan también las posibles consecuencias que pueden tener. Bastaba mirar ayer por la tarde y por la noche Twitter para encontrarse con que en España uno de los temas que era trending era #StopIslam, y a través de esa etiqueta se vertía todo el odio del que mucha gente era capaz, en claro contraste con el hecho de que, a esa misma hora, en Francia, uno de los trending topics era precisamente #IslamNonCoupable. Debería hacernos pensar.
Hay muchas formas de demostrar indignación por algo que no nos gusta, en este caso, las caricaturas de Mahoma, sin necesidad de ejercer la violencia y sin llegar a quitar una vida (o doce, como en este caso). Por eso, por el respeto a la vida y por respeto a la libertad de expresión, Je suis Charlie aussi.
 

No hay comentarios: