Hola a todo el
mundo.
Supongo que ya
sabéis que la contrarreforma de la Ley del Aborto que quería
aprobar Gallardón al final se ha paralizado y que él decidió
dimitir de manera inmediata. Y, para todos los que creemos en que no
se puede hacer política con cosas tan graves, todo eso es una buena
noticia.
Sin embargo, también
vimos ayer como los mismos antiabortistas en los que se había
apoyado Rajoy para criticar la ley en vigor cuando fue aprobada en
tiempos de Zapatero y que lo habían apoyado ahora, pues se
manifestaron para protestar contra esa marcha atrás. Lo cual, por
cierto, era de esperar.
Porque, como creo
que ya dije en su momento, el riesgo de apoyarse en quienes quieren
acabar con el aborto en su totalidad (a pesar de que, como dice la OMS, la restricción del aborto lleva a más mortalidad femenina)
está en que, si solo se reforma la ley que lo permite pero no se
prohíbe el aborto, se van a quejar. Así Rajoy consiguió tener en
su contra a antiabortistas y a “proabortistas” (las comillas las
pongo porque, en realidad, nadie está a favor del aborto, solo hay
quien lo considera un mal para evitar otros males todavía mayores).
Pero todo este
debate sobre el aborto nos ha servido para ver dos cosas.
En primer lugar, que
Rajoy no tiene ningún tipo de decencia, porque es capaz de cambiar
sus principios (o lo que tenga alguien como él) por votos. Si antes
contentó a los antiabortistas para ganar su voto, ahora no duda en
cabrearlos para no perder los votos de otras personas.
Y en segundo lugar
que hay mucha gente que banaliza mucho el debate sobre este tema,
porque, a pesar de lo que nos quieran hacer creer muchos
antiabortistas, el aborto no es, ni mucho menos, un medio
anticonceptivo más.
Desde mi punto de
vista, este debate tan complejo, en el que los temas éticos se
mezclan con los temas más políticos, debería abordarse desde una
visión mucho más sosegada, y sobre todo teniendo en cuenta que,
probablemente, quien decide abortar no lo hará como si estuviera
decidiendo si beber whisky o vodka. Probablemente la decisión de
abortar será algo muy doloroso para quien la toma, y por eso esas
personas no se merecen que se banalice con este tema.