sábado, mayo 24, 2014

Marketing cinematográfico

Ya está, ya lo hice, por fin vi Ocho apellidos vascos. Después de no-sé-cuántas semanas siendo la película más vista, después de ser la película más taquillera de la Historia del cine español, por fin la vi.

Y, la verdad, es una peli divertida, pero no me pareció nada del otro mundo. Sí que lo pasamos bien durante el rato que dura, nos reímos y todo eso. Pero nada más. Es una película entretenida, pero que no se va a estudiar en las Escuelas de Cine. Entonces, ¿por qué ha tenido tanto éxito?
Una posible explicación puede ser que, con tantos problemas que tenemos, de vez en cuando nos hace falta desconectar, y hacerlo con una película divertida puede ser una buena opción.
Pero yo creo que, más bien, es cosa de que la peli en cuestión tuvo una campaña de marketing brutal detrás, orientada a convencernos de que era la película que había que ver este año, y así consiguieron que una peli que no era objetivamente mejor que las demás de la cartelera, fuera la más vista.
Eso sí, durante la hora y media que dura, las risas están aseguradas.
Que no es poco.

No hay comentarios: