sábado, diciembre 21, 2013

Un par de cuestiones

Hola a todo el mundo:
Mi intención hoy era empezar a pensar en las vacaciones. O, por lo menos, en lo más parecido a unas vacaciones que puede tener un tío como yo. Así que lo que quería era empezar con un texto ligerito, de los que no hacen pensar, hablando de música, de cine, de literatura o de cualquier tema amable. Pero no hay manera, leñe. Este (des)Gobierno se empeña en amargarnos la vida. Y es que, por si fuera poco todo el mal que llevan hecho hasta ahora, esta semana nos han dado otros dos disgustos.

En primer lugar, en el BOE se publicó que el Ministerio del Interior va a gastarse cerca de medio millón de euros en una tanqueta que dispara agua, para que los antidisturbios puedan dispersar a los manifestantes, justificándolo con la situación social. Y eso que no hace tanto que salió Wert diciendo que lo que se monta aquí son “fiestas de cumpleaños” comparado con lo que pasa en otros países. Que es verdad, eh. Aquí, en realidad, para lo que podía estar pasando, no pasa nada. Para los (muchos) motivos que el (des)Gobierno nos está dando, tampoco estamos haciendo nada. Entonces, ¿qué necesidad real hay de gastar esa pasta en la tanqueta, habiendo tantos gastos mucho más urgentes e importantes?

Y luego Gallardón, con lo majo que parecía (cuando todavía no lo conocíamos), se saca de la manga una reforma de la ley del aborto, que restringe el derecho a la interrupción del embarazo hasta dejarlo solo dos supuestos, cuando hasta ahora teníamos cuatro. Ya escribí sobre este tema varias veces (la última la podéis leer aquí), así que no me voy a repetir. Lo único que voy a decir es lo obvio (que, a fin de cuentas, estoy de vacaciones y no quiero pensar demasiado):
a) Que la existencia del derecho al aborto no implica la obligación de abortar.
b) Que restringir ese derecho no va a hacer que el aborto desaparezca.
c) Y que en países en los que las restricciones son mayores, hay un aumento de los abortos clandestinos, con el lógico aumento de las muertes de las mujeres que se someten a ellos.
O resumiendo: Que las personas que optan por el aborto toman esa (dolorosa) decisión con mucha menos ligereza que el (des)Gobierno a la hora de legislar sobre este tema.

No hay comentarios: