lunes, febrero 04, 2013

Política suicida

Muy buenas:
Revisando los textos políticos que escribí durante los últimos dos meses en este blog, me dí cuenta de que utilizo varias veces las palabras “política suicida” para referirme a la política llevada a cabo por nuestro Gobierno. Sin embargo, no explico por qué lo hago. Ni por qué uso ese concepto y no otros.
Porque tal vez podría ser más claro utilizar las palabras “política agresiva”, o incluso “política sociópata” para hablar de lo que hace este Gobierno, por su costumbre de ir en contra de los intereses y el bienestar de los ciudadanos. Pero en cambio, utilizo las palabras “política suicida”.
Y el motivo es muy claro: porque su política va, supongo que de forma deliberada, contra nosotros, contra los ciudadanos. Pero, de forma inconsciente, esa política va también contra el propio Gobierno y contra toda la clase política. Porque esa política, injusta, errática, ineficaz y chapucera, al perjudicar a los ciudadanos, hace que éstos empiecen a considerar que el Gobierno, lejos de intentar salir de la crisis, lo que busca es hacerla más profunda. Y ese descrédito progresivo del Gobierno, a la larga, se convierte también en el descrédito de toda la clase política.
Y así, mediante su forma chapucera de gobernar, este Gobierno está consiguiendo no sólo perder los apoyos de la ciudadanía, sino también conseguir que esa ciudadanía considere que todos los políticos son iguales, y que todos son culpables de nuestra situación.
Y por eso digo que la suya es una “política suicida”.

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