sábado, septiembre 29, 2012

A vueltas con la violencia

Hola otra vez.
Llevo toda la semana dándole vueltas a los disturbios del martes en Madrid. Y no me preocupa tanto la violencia ejercida por quienes sólo cumplían órdenes de un Gobierno superado por la realidad o por una minoría de manifestantes (por cierto, ¿soy el único al que le extraña que los primeros manifestantes violentos fueran vestidos todos igual, encapuchados y con unas banderas que no significaban nada?), sino por el hecho de que las menciones a la violencia han hecho que se pase por alto el verdadero motivo de la concentración que precedió a la leña.
Sí, porque, evidentemente, no se trató de que un grupo de personas más o menos numeroso decidiera quedar para darse tortazos con la policía, sino de un grupo de ciudadanos que querían expresar su rechazo a las medidas de este Gobierno. Y eso es lo que se está olvidando.
La gente no fue allí porque quisiera dar un golpe de Estado, ni porque le guste la violencia (verbal ni física), sino para hacer saber al Gobierno, a la clase política y a quien quisiera escucharles que los recortes no cuentan con el apoyo de un considerable número de ciudadanos.
Y eso es lo que hay que recordar de la concentración del martes. Y de las que la siguieron y de todas las que la seguirán (que está claro que esto no va a pararse).
Nos vemos.

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