domingo, septiembre 30, 2012

Némesis

Hola a todo el mundo:
Anoche, en la Sala Acapulco del Casino tuvimos la ocasión de disfrutar de un concierto de Saratoga, en primero en Gijón en casi cinco años, dentro de la gira de presentación de su último disco, Némesis, que es ya el tercero de esta formación de la banda.
Con algo de retraso, a eso de las diez y cuarto, Niko del Hierro y sus compañeros se subieron al escenario para empezar la descarga con “Juicio final”, ante un público no muy numeroso pero entregado. Continuaron con “Dueño del aire”, “A morir” (primer acercamiento a la etapa anterior del grupo y primera vez que el guitarrista Tony Hernando cambia los solos que había compuesto Jero Ramiro; a ver si me voy a tener que mosquear…) y “Contigo, sin ti”.
El grupo se ve muy suelto en el escenario, con un Tete Novoa cada vez más cómodo en su labor de cantante, con un Andy C. genial a la batería y con un Tony Hernando que demuestra sobradamente su calidad a las seis cuerdas; no en vano, se había ganado por méritos propios el derecho a tener una entrada a su nombre en el Diccionario de Heavy Metal Latino. Mención aparte merece el bajista, Niko del Hierro, único músico original que queda en la banda, que se muestra durante toda la actuación sonriente y bromista con sus compañeros, contrastando claramente con lo que habíamos visto en giras como la de Tierra de lobos.
Sigue la noche con temas como “Revolución” y con una “Mi ciudad” que sonó demasiado pronto.
El sonido de la Sala Acapulco no era esa noche tan limpio como otras veces, haciendo en ocasiones que resultase difícil entender las voces de Tete. No obstante, el grupo siguió dando caña con canciones como "Sigues estando (en mi vida)", "Luna llena", "Hasta el día más oscuro", "La última frontera", “Las puertas de cielo”, “Perro traidor” o “Ángel de barro”, que fue la elegida para cerrar antes de los bises. Es interesante comentar que esta vez, Andy no tocó los teclados durante el concierto, sino que se centró sólo en su papel de batería, "disparando" las partes de teclado desde su ordenador.
No tardaron en volver a subirse a las tablas con tres temas imprescindibles, que fueron los recientes “No sufriré jamás por ti” y “El planeta se apaga”, y para terminar la inevitable “Vientos de guerra”. Al bajarse del escenario, una de las púas de Tony acabó en mi bolsillo.
En resumen, un concierto que no fue demasiado largo (no llegó a las dos horas), pero que fue intenso y vibrante, con un grupo entregado y con un público que lo dio todo, aunque tal vez mereciera alguna canción más (dejar fuera “Maldito corazón” o “Con mano izquierda” me parece una chapuza enorme; ¿sería por falta de visión del grupo, o por falta de voz de Tete?).
En conclusión: una buena forma de empezar la noche del sábado.
Nos vemos.

Actualización: Esta crónica ha sido publicada en MetalCry (leer).

sábado, septiembre 29, 2012

A vueltas con la violencia

Hola otra vez.
Llevo toda la semana dándole vueltas a los disturbios del martes en Madrid. Y no me preocupa tanto la violencia ejercida por quienes sólo cumplían órdenes de un Gobierno superado por la realidad o por una minoría de manifestantes (por cierto, ¿soy el único al que le extraña que los primeros manifestantes violentos fueran vestidos todos igual, encapuchados y con unas banderas que no significaban nada?), sino por el hecho de que las menciones a la violencia han hecho que se pase por alto el verdadero motivo de la concentración que precedió a la leña.
Sí, porque, evidentemente, no se trató de que un grupo de personas más o menos numeroso decidiera quedar para darse tortazos con la policía, sino de un grupo de ciudadanos que querían expresar su rechazo a las medidas de este Gobierno. Y eso es lo que se está olvidando.
La gente no fue allí porque quisiera dar un golpe de Estado, ni porque le guste la violencia (verbal ni física), sino para hacer saber al Gobierno, a la clase política y a quien quisiera escucharles que los recortes no cuentan con el apoyo de un considerable número de ciudadanos.
Y eso es lo que hay que recordar de la concentración del martes. Y de las que la siguieron y de todas las que la seguirán (que está claro que esto no va a pararse).
Nos vemos.

jueves, septiembre 27, 2012

Violencia gratuita

Como todo el mundo sabe, el martes se hubo una protesta a las puertas del Congreso de personas que se mostraron contrarias a las medidas de este Gobierno, y, de paso, contra la manía de nuestros políticos de mostrarse al margen de la sociedad. Una manifestación que, en definitiva, canalizaba el descontento de una buena parte de la sociedad, harta de que le recorten sueldos y derechos mientras las cosas siguen igual.

Supongo que a vosotros, igual que a mí, os habrían llegados informaciones al respecto de esta protesta, que estaba permitida (ojo) y que llevaba casi un mes organizándose. Informaciones que decían que se recomendaba no ir encapuchado ni embozado, y en las que se recordaba que, por supuesto, se condenaba la violencia en ella.
Y sin embargo, la cosa acabó, como tantas veces, a palos. La policía se lió a golpes con la gente, dejando la “marca España” en las costillas de muchas personas.
¿Había violentos entre los manifestantes? Evidentemente sí, porque siempre habrá quien quiera reventar este tipo de movidas. Pero eso no significa que todos los manifestantes fueran violentos, ni que la violencia desmedida ejercida por la policía estuviera justificada.
Además, como se vio (y al final se debió reconocer), había policías infiltrados, y uno de ellos a punto estuvo de ser apaleado y detenido por sus propios compañeros. Entonces, como dijo alguien en Twitter (creo que fue el diputado de IU Alberto Garzón, pero no estoy seguro), si se iba a detener a un policía infiltrado, es porque o bien los infiltrados eran violentos, o bien porque la policía detenía a los que NO eran violentos.
Luego nos damos cuenta también de que los antidisturbios no iban identificados, en una flagrante ilegalidad. Y lo peor es que el Secretario General del Sindicato Unificado de Policía defendía que fueran sin identificar, y encima que ejercieran la violencia (“Leña y punto” dijo en Twitter).
Luego, en toda esta movida, hubo una serie de cosas que no resultaron nada correctas, como eso de disparar indiscriminadamente pelotas de goma (que como todo el mundo sabe o debería saber SÍ SON LETALES) o lo de entrar a sangre y fuego en la estación de Atocha, nodo de comunicaciones ferroviarias de Madrid, liándose a palos con todos los que allí estaban, fueran manifestantes o personas que sólo esperaban el tren para volver a su casa después de trabajar.
Y luego, Rajoy, que estaba en Estados Unidos reclamando Gibraltar (¡!) alaba a la policía (que, por cierto, se defendió con un comunicado que insultaba la inteligencia de los lectores), y alaba también a la mayoría que no salió a manifestarse. ¿Hace falta que le recordemos que la mayoría de la población no vive en Madrid o que la mayoría de los electores no le votaron?
No voy ahora a negar el valor a la política, ni a aceptar que los manifestantes representan a la totalidad de la sociedad. Pero sí hay que recordar que el Gobierno no está haciendo lo que debería (ni lo que había prometido), y que debe ser permeable a las propuestas de esos ciudadanos a los que representa.
Y la violencia no es aceptable, ni de un lado, ni de otro.

domingo, septiembre 23, 2012

Apoteosis en concierto

Muy buenas a todo el mundo:
El pasado viernes día 21, por fin tuvimos oportunidad de escuchar algo de Heavy Metal en las fiestas de San Mateo de Oviedo, nada menos que con el cierre de la gira Alfa de unos WarCry que están demostrando que con su trabajo infatigable ya no son una promesa de nuestra música, sino unas verdaderas estrellas que con “cada concierto [y] cada canción” crecen un poco más.
La plaza de la Catedral estaba llena a rebosar, posiblemente con más gente de la que hubo para ver sólo un rato antes a Maldita Nerea, y es destacable que, al menos en las primeras filas, se trataba de un público entregado y entusiasta que coreó todas y cada una de las canciones de Víctor García y sus huestes.
Cuando eran las doce menos veinticinco de la noche, empezó a sonar por los altavoces la intro del concierto, mientras en las pantallas se veía una cuenta atrás que precedió a los nombres y fotos de los músicos. Mientras veíamos esto, los músicos se iban subiendo a las tablas, y cuando la intro terminó, WarCry comenzaron a darlo todo con “Alma de conquistador”, tema que abre su más reciente plástico y que fue acompañado de una ráfaga de fuegos artificiales. Continuaron la descarga con “Nuevo mundo”, tras la que Víctor se dirigió a nosotros para agradecernos nuestra presencia allí y para presentar una “Anticristo” que yo llevaba mucho tiempo queriendo escuchar en concierto, para la que usaron unas llamaradas de fuego real que nos sorprendieron y que después volverían a aparecer varias veces en otras canciones. Mientras se iban sucediendo los temas, en las pantallas se veían no sólo imágenes de los músicos, sino también otras que remitían a las letras o bien diseños inspirados, normalmente, en su disco Revolución, incluyendo unos engranajes que se movían.
Siguieron con “Contra el viento”, “La carta del adiós” y una “Coraje” que sonó estupendamente. Continúan con “Cobarde”, el tema que compusieron como crítica a la violencia contra las mujeres, durante el cual se veían en las pantallas titulares de periódicos que nos hablaban de esa lacra. Siguen ante un público entregado con temas como “Tu recuerdo me bastará”, “Aire”, “Ardo por dentro”, “Cada vez”…
Pablo García, el que sin duda es uno de los mejores guitarristas (sino el mejor) que hay en Asturias, hizo entonces un juego para lucirse un poco, cuando atacó el riff de “Sweet child o’ mine” de los Guns n’ Roses, seguido de otros de Megadeth, el de “Smoke on the water” de Deep Purple, el que el maestro Eddie Van Halen incluyó en el “Beat it” de Michael Jackson, y el de “Highway to hell” de AC/DC, con paso del pato incluido, tras lo que Pablo se puso detrás de su micro para cantar el estribillo del tema.
Siguen con “Ardo por dentro”, “Devorando el corazón”, “Libre como el viento” y “Amistad”.
Entonces, la mayor sorpresa de la noche, cuando Víctor y Pablo se quedaron solos en el escenario, Pablo sentado con una guitarra acústica, mientras un coro (el coro Anselmo Solar) se subía al escenario para cantar con ellos una “Nana” que, con arreglos de Rubén Díez, permitió demostrar la versatilidad de estos músicos y también su buen gusto y el preciosismo del que pueden hacer gala (para que luego digan que los heavys no tenemos sensibilidad…).
La cosa estaba cada vez más cerca del final, pero todavía nos quedaban unas cuantas canciones por disfrutar, como “Espíritu de amor”.
Con “La vieja guardia” rindieron homenaje a todos los heavys de la vieja escuela que nos enseñaron el camino en esto. Entonces, Víctor dijo que quería hacer un juego que no les suele salir bien fuera de Asturias, así que Santi desde su teclado empezó a marcar el tono de “Asturias” de Víctor Manuel, mientras “su” Víctor comenzaba a cantarla, para poner luego su micro hacia nosotros intentando hacernos cantar. Pero como mucha gente no se la sabía, Víctor no le dio mayor importancia y se arrancó con esos versos que sirven de inicio a su canción más “coreable” en directo, ésos que dicen que “Nada hay bajo el sol que no tenga solución / nunca una noche venció a un amanecer”, es decir los de “Tú mismo”, que escuchar en concierto pone los pelos como escarpias al más duro.
Para terminar antes de los bises, eligieron una “Capitán Lawrence”, durante la cual, las pantallas mostraron el nombre del grupo enterrándose en nieve, para sugerir la tragedia del protagonista del tema.
Los bises se iniciaron con “El guardián de Troya”, a la que siguió “Trono del metal”. Para acabar eligieron, como no podía ser de otra forma, esa “Hoy gano yo”, que nos recuerda que “Cada concierto, cada canción / me hacen sentir que hoy gano yo”, y durante la cual nos vimos bañados en confeti.
Como valoración general, podemos resumir diciendo que fue un concierto muy largo, de casi dos horas y media, en el que los músicos se entregaron como los verdaderos profesionales que son, en el que todo sonó perfectamente (aunque con alguna nota falsa casi anecdótica), en el que se vio un sonido mucho más compacto que en la gira anterior, ya que los teclados de Santi pudieron suplir perfectamente la falta de la segunda guitarra, y en el que el público respondió como corresponde.
Ojalá sigan muchos años haciéndonos disfrutar con su música.
Nos vemos.

Actualización: Esta crónica se ha publicado también en MetalCry (leer). 

sábado, septiembre 15, 2012

Malas compañías musicales

Acabo de terminar una de mis lecturas “ligeras” de verano. Se trata de un libro en inglés sobre mis amados Guns n’ Roses, lo escribió Stephen Davis, se titula Watch you bleed. The saga of Guns n’ Roses, y lo editó Penguin en 2008 (no sé si hay edición en castellano). 


Es un libro muy interesante, incluso divertido en algunos momentos, que nos cuenta la historia de este grupo, haciendo especial hincapié en su ascenso a la fama gracias a ese genial, a la par que controvertido, Appetite for destuction, y usando como hilo conductor la figura de Bill Bailey, el que pasaría a la Historia de la música como W. Axl Rose, o sea, como el cantante de los Guns.
A través de las más de cuatrocientas páginas de este libro viajamos por los primeros momentos del grupo, cómo se van uniendo los cinco músicos que darían luz al Appetite, y cómo desde ese inicio se produce la evolución del grupo, que ha acabado derivando en algo que poco tiene que ver con lo que se vio en los ochenta (la etapa a la que presta más atención, por cierto).
De la lectura de este libro me surgieron dos ideas. La primera, lo claro que queda que las drogas primero y, sobre todo, el ego desmedido de Axl después fueron las que acabaron con el grupo tal y como se había concebido en un principio. Y la segunda, que lo mucho que se pensaron el disco que siguió al Appetite (el Use your illusion) hizo que los Guns parecieran fuera del momento en el que vivían e incluso anquilosados, porque no olvidemos que cuando salió el Illusion, la música más de moda era el Grunge, que poco tenía que ver con el sonido de los Guns, y lo mismo sucede con la manera en la que se planteó la gira siguiente, que con toda su espectacularidad resultaba ajena a lo habitual en ese momento. Esa imagen de grupo fuera de su tiempo es algo que ya seguirían teniendo durante los años siguientes y casi hasta la actualidad.
Con un estilo claro, cercano y no exento a veces de cierta mala leche (eso de llamar a los actuales Guns “La mejor banda de homenaje a Guns n’ Roses del mundo” en el último capítulo es un ejemplo), el autor nos cuenta claramente cuáles fueron los hitos en la historia del grupo y cómo cada uno de esos hitos tuvo consecuencias que afectaron al posterior devenir de la banda. Sin embargo, si bien Davis demuestra un profundo conocimiento de la música norteamericana, sobre todo de la de los años ochenta, su conocimiento de la música europea es más limitado (¿cómo puede decir que Helloween son el clon alemán de Kiss? ¿Es que está sordo? Y lo que es peor, ¿está ciego?).
Con todo, es una lectura muy recomendable para todos los que queráis conocer cómo se forjó uno de los grupos más influyentes de la Historia del Rock, cómo la confluencia de cinco tipos malencarados que ningún padre querría como novio para su hija, pero que estaban en el lugar apropiado en el momento adecuado sirvió para que se grabara uno de los mejores discos de las últimas décadas, y también cómo se puede mandar al traste todo esto con sólo dejar que el ego sea el que domine la evolución del grupo.
Por cierto, para los que sois de Gijón: el libro volverá a estar en la Biblioteca Jovellanos durante la próxima semana, cuando yo lo devuelva.
Nos vemos.

sábado, septiembre 08, 2012

Reflexiones sobre el derecho a la intimidad

Muy buenas, queridos lectores:
Supongo que a estas alturas de la semana ya sabréis que a Olvido Hormigos, una concejala que le quiso hacer un regalo especial a un "amigo" en forma de vídeo erótico, fue pirateada por algún indeseable que hizo circular el vídeo entre la concurrencia.
Pero entonces se montó la polémica. Que si tendría que dimitir, que si no dimite porque no cometió ningún delito, que si vaya descuidada, que si a quién se le ocurre…
Y qué queréis que os diga. Yo creo que no tiene por qué dimitir, porque si alguien cometió un delito, fue la persona que difundió el vídeo, pasándose por el forro el derecho a la intimidad de Olvido y buscando, claramente, hacerle daño. Si al final ella hubiera dimitido, hubiera reconocido tácitamente qué había hecho algo malo.
Hombre, podríamos entrar a debatir si es moral o no que haga ese tipo de cosas o que las haga para un tipo que no es su marido, pero no estamos hablando de eso. Estamos hablando de que hay gente muy mala que utiliza ese tipo de material sensible para hacer daño. Que subir el vídeo a internet fue algo hecho con muy mala idea. Y, luego, que el hecho de que unos energúmenos fueran al pleno del Ayuntamiento a insultar a la conceja fue algo que se hizo con una idea todavía peor.
En un país en el que políticos imputados no dimiten ni a tiros, en el que otros se permiten el lujo de insultar a los parados o amenazar de muerte a arquitectos, o en el que banqueros ladrones fundan partidos, que una persona adulta se masturbe es lo que menos importante me parece.
Nos vemos. 
P. D.: En realidad este texto pensaba colgarlo hace dos días, pero primero no tuve tiempo, y después no tuve acceso a internet, así que igual ha perdido algo de frescura y de novedad.