lunes, agosto 29, 2011

Mucho metal

Hola a todos:
El sábado, en Lugones, coincidiendo con sus fiestas de Santa Isabel, se celabró el II Vaques Fest, en el que se dieron cita un nutrido número de grupos de Metal que están entre los más prometedores de este país. Así que allí nos fuimos.



Después de saludar a algunos amigos que estaban por ahí, de tomar unas cervezas y de darnos cuenta de que por allí estaban unos cuantos músicos de WarCry y de DarkSun, nos acercamos al escenario para empezar a ver los conciertos. Pese a que las actuaciones programadas eran muchas, nosotros sólo teníamos interés por unas pocas, así que ésas son las que paso a contaros.
Los primeros a los que vimos fueron los madrileños Arkania, unos chavales con muchas ganas de hacerlo bien, que nos deleitaron con temas de sus discos Espíritu irrompible y Eterna, como "Rosas sin espinas", "Irrompible", o "Alto y claro". Con mucha fuerza nos demostraron que tienen ganas y sobre todo mucho que decir en el futuro.
Después de ellos se subieron a las tablas los thashers albaceteños Angelus Apatrida. Nos estamos refiriendo, sin duda, a uno de los grupos más prometedores del panorama nacional, aunque, desgraciadamente, se les conoce más fuera que aquí. Si fueran de Oslo o de Berlín, otro gallo cantaría...
Venían a presentar su más reciente plástico, Clockwork, un compendio de Thrash Metal de la mejor escuela, y precisamente con la intro de ese disco, "The Manhattan Project", empezaron su actuación, que siguió con "Blast off" y con "Of men and tyrants".
Van dando muchísima caña, y tocan "Free your soul", "Clockwork", tema que da título a su disco, "Corruption" (con "dedicatoria" para muchos de los políticos de este país), "Fuck you". La gente del público no para, y ellos tampoco. No nos dan tregua, y asi se marcan "Devil take the hindmost", "The misanthropist" o "Give'em war". Después tocaron un tema de Iron Maiden, "Be quick or be dead" (que, por si a alguien le interesa, fue la primera canción de los Maiden que escuché en mi vida), a la que siguieron "One side, one war", "In the heart of nations", y "Legally brainwashed".
Se bajaron de las tablas, pero no tardaron en subirse de nuevo para tocar una "Versus the world" a la que siguieron "Vomitive" y, para finalizar, "Thrash attack".
Está claro que mucha de la gente que estaba esa noche en el patio del colegio de La Ería de Lugones estaba para verlos a ellos, y que sin duda eran los verdaderos cabezas de cartel. Y así lo demostraron, con fuerza, ganas y con una enorme pasión sobre las tablas.
Se merecen que les prestemos mucha atención.
Y después de los Angelus, tocó el turno a la actuación de los que realmente habíamos ido a ver, 037/Leo, proyecto de Leo Jiménez, al que conocimos como cantante de Saratoga y de Stravaganzza, en el que también están encuadrados el guitarra Ix Valieri (que había estado en los Ángeles del Infierno y en Infernoise, de los que os hablé cuando telonearon a Hamlet), el bajista Sergio Martínez (que pasó por Ankhara y por Mägo de Oz) y el batería Matt de Vallejo.
Lo primero que llamó la atención de esta actuación es que desde el principio, Leo quiso dejar claro que ya no es su proyecto en solitaro, sino una banda con todas las letras, de modo que en todo momento dijo que los que estaban tocando eran 037, no 037/Leo ni mucho menos Leo solo; lo siguiente, la actitud de todos los músicos sobre el escenario, demostrando que con ganas, cierta chulería y con un punto macarra se puede llegar al público.
Venían a presentarnos su nuevo disco, Los fuertes sobreviven, y eso es lo que hicieron, aunque sin olvidar su plástico anterior, Títere con cabeza. Conscientes, además, de que muchos de los asistentes estaban (estábamos) allí por ellos, se volcaron con su público desde el primer momento.
Salieron con "Tantas vidas", y siguieron con canciones como "Condenado", "En tu habitación", "La danza de Hyde", "Caminos de agua", "El elegido", "Héroe" o la balada "Bella Julieta". El final, con "Los fuertes sobreviven" y "Desde el ataúd".
Leo en esta nueva andadura que supone 037 se muestra más metido en su papel de músico, tocando la guitarra mucho más a menudo que antes, pero sin descuidar su labor de frontman y, sobre todo, su papel como cantante. Como EL cantante de Metal y de Rock con más carisma que nos vamos a encontrar ahora mismo en este país. Ya sé que es un guaperas y que por eso hay quien le critica. Pero su voz es incontestable, y es, sin duda, la más potente y versátil del panorama metalero español (y tiene pocos paralelos en otros estilos musicales). Puede gustarte o no, pero no vive del cuento, se lo curra, y con él, el grupo. Con él, 037.
Nos vemos.

sábado, agosto 27, 2011

¿Con o sin subtítulos?

Muy buenas, queridos lectores.
Hace ya un par de semanas que no os escribo nada, pero hay que tener en cuenta que en vacaciones no hay demasiados temas de interés y que, normalmente, durante el verano intento no escribir sobre temas de actualidad.
Por eso, esta tarde voy a escribir sobre un tema que ni es polémico, ni es de especial actualidad, pero que me parece que puede mover a un debate interesante. O no, qué sé yo. Se trata del tema de si el cine se debe doblar o si se debe dejar tal y como está originalmente.
Y es que últimamente estoy descubriendo lo que es ver películas en versión original y echando de menos la posibilidad de verlas de manera habitual en las salas de cine (aunque sí descubrí algunos pocos sitios donde hacerlo).
Si alguien se ha fijado en esta cuestión, cuando se saca a relucir, las posturas suelen ser principalmente dos que son incompatibles:
- El cine no lo hay que doblar, para que podamos escuchar las verdaderas voces de los actores (ya sabeis eso de que la voz es la mitad de la interpretación). Además, así se aprenden mejor los idiomas.
- El cine lo hay que doblar, porque si no, se acabaría con el oficio de doblador (¿?) y porque siempre habrá quien no quiera verlo en versión original.
Y resulta que todo es verdad, pero sólo hasta cierto punto.
Vamos a ver: Sí es cierto que es una gozada escuchar las películas con la voz original de los actores. Se cogen matices que en el doblaje se pierden y se entienden mejor muchos juegos de palabras. Y sí es verdad que el cine ayuda mucho a aprender idiomas (y esto lo digo por experiencia propia).
Pero que se implemente el cine en versión original no acabaría con el doblaje, que siempre será necesario.Porque siempre hará falta que se doblen las películas para aquellas personas que no quieran (o no puedan o no les apetezca) verlas en versión original, especialmente las películas infantiles.
Lo que yo creo que se debería hacer no es doblar por decreto todas las películas o dejarlas todas en versión original porque sí, sino dar la oportunidad de elegir. Por ejemplo, en esos macrocines de tropecientas salas y cuatro sesiones por sala, ¿qué problema habría en que una de las sesiones fuera en versión orignal? ¿O qué pasaría si una o dos salas se reservaran para el cine sin doblar?
Pues que valdría más la pena ir, leñe.
Por cierto, ¿alguien sabía que en Terminator (no recuerdo si en la I o en la II), originalmente no se decía "Sayonara, baby", sino que originalmente se decía en español? Resulta que al doblarlo al castellano, se optó por ponerlo en japonés para que resultara tan llamativo como el que lo dijera en castellano en la versión original. Ahí tenemos un ejemplo de lo que se pierde al doblar.
P. D.: Ya sé que con la TDT se puede acceder a películas y series en versión original, pero ahora mismo estoy pensando en las películas que vemos en las salas de cine, porque es en las salas donde podemos experimentar más lo que significa ver una peli.

viernes, agosto 12, 2011

¡¡¡Ese Rosendo!!!

Muy buenas a tod@s:
Últimamente la música en directo en Gijón está de capa caída y el Ayuntamiento apenas trae a gente interesante. Afortunadamente, anoche, en el marco de la Semana Grande de la ciudad, actuó (y además, gratis) el que sin duda es el patriarca del Rock de nuestro país: el maestro Rosendo Mercado.
Hablar de Rosendo es hablar de un pedazo bastante grande de la Historia de la música en general y del Rock en particular en España. Y es que nos estamos refiriendo a un tío que tocó en Ñu, que fundó Leño y que, aparte de tener una más que decente carrera en solitario, ha colaborado con gente tan dispar y de tal calibre como Joaquín Sabina, Celtas Cortos, Barricada (con los que además se fue de gira hace un par de años o tres), Luz Casal, Extremoduro, Platero y Tú, Fito y los Fitipaldis, Marea, Buenas Noches Rose o los Porretas, de los que además, creo recordar que fue productor.
Así que allí me fui, como siempre en buena compañía (aunque no era la habitual de mis noches de concierto), dispuesto a disfrutar de la buena música en una noche en la que parecía que todo Gijón había querido acercarse hasta allí. Y es que hasta había salido una chulísima luna llena que no quería perderse al de Carabanchel.
Con unos minutos de retraso sobre la hora prevista, sonó la intro de la canción que abre su último disco, y entonces el Rosen salió acompañado de su bajista Rafa Vegas y del contundente batería Mariano Montero a interpretar una "Amenaza desastre" sin letra, que fue seguida, sin solución de continuidad, por "Ni gozo ni calvario". Después de este acercamiento a su plástico más reciente, A veces cuesta llegar al estribillo, nos lleva a otro tiempo con "Deja que les diga que no", para después tocar una inesperada "Voluntad pasiva".
Rosendo en esta primera parte de la actuación estaba muy poco comunicativo, como suele ser habitual en el él, pero también algo tenso. Igual el hecho de que un tipo con tanta experiencia mantenga la tensión sobre las tablas puede parecer algo malo, pero yo creo que no está mal que todavía mantenga la ilusión de tocar y los nervios de querer hacerlo bien.
Nos lleva en este momento hasta aquel disco que era el Canciones para normales y mero dementes con la que seguramente fuera la mejor canción que estaba en él, "Sire", y luego hasta un disco bastante anterior, A las lombrices, con "Por meter entre mis cosas la nariz".
Vuelta a su último disco con "Mala tiña" y "Tú qué, yo qué", después de las que tocó esa "¿De qué vas?" que es una de las canciones que más me gustan, aunque anoche se saltó una estrofa de ella. Después tocó "A moco tendido" y "El alma se colma", en la que las voces las hizo Rafa, de la misma forma que las habia hecho en el disco el propio hijo de Rosendo.
A partir de este momento, el Rosen se vino arriba y se le vio mucho más suelto en el escenario. Toca "Amaina tempestad", "A veces cuesta llegar al estribillo", "Del pulmón", "No son gigantes", "... Y dale" y una cañerísima "Flojos de pantalón".
Después de este momento, se empezó a ver mucho más movimiento en el escenario, pero también abajo, porque la gente también se empezaba animar y a dar saltos. Suena entonces "El ganador", una "El tren" que aunque él considera un tema de Leño, en realidad la escribió a medias con José Carlos Molina cuando todavía se hablaban y Rosendo estaba en Ñu.
Ya quedaba poco de concierto, y sonaron tres canciones que no pueden faltar en las actuaciones de esta leyenda: "Pan de higo", la reciente aunque muy conocida por todos "Masculino singular" y, cómo no, "Agradecido".
Se despide, pero todos sabíamos que tenía que volver, y lo hizo con otro guiño a Leño, nada menos que con "Maneras de vivir", a la que siguió "Navegando", la canción que más me gusta de todas las que escribió y el tema con el que había terminado el concierto la otra vez que lo había visto, allá por el año 2000 o por ahí. Se vuelve a despedir, pero que no se mueva nadie, que tiene que volver a salir para despedirse de todos con una "Borrachuzos" que nos dejó con muy buen sabor de boca.
Desde luego, para ir a un concierto de Rosendo tiene que gustarte mucho su manera tan personal de tocar y de escribir, porque si no, te vas a aburrir mucho. Pero cuando te metes en su estilo, sabes que nunca te va a defraudar y que te va a dar justo lo que andas buscando, y además te lo va a dar con mucha honestidad.
Nos encontramos así con un Rosendo que, lejos de vivir de las rentas del pasado, cree en sus nuevas canciones y las defiende en directo como tiene que hacer un verdadero profesional. Porque aunque haya quien se queje de que Rosendo dé mucha cancha a sus canciones más recientes en detrimento de clásicos como "Loco por incordiar", yo creo que es una actitud honesta y que es mejor hacer eso que hacer lo que hacen tantos grupos que sacan discos porque saben que sus fans los van a comprar y para tener una excusa para salir de gira a tocar las mismas canciones que llevan treinta años tocando.
Y eso es lo que diferencia a las leyendas del Rock de las simples estrellas: la honestidad de las leyendas. Y a Rosendo la honestidad le sobra.
Nos vemos.

jueves, agosto 11, 2011

A ver si se la van a llevar...

Muy buenas, colegas:
Desde hace ya algún tiempo, en Gijón se está cuestionando la ubicación de la Semana Negra, y desde hace algo menos de tiempo, especialmente desde que cambió el Gobierno municipal, su misma continuidad en la ciudad.
Para quienes me estais leyendo desde fuera de Asturias, os puedo contar que la Semana Negra es un certamen cultural que surgió en torno a la novela y el cine negros, pero que ha evolucionado de forma que ahora, aparte de librerías, exposiciones y presentaciones de libros, aglutina también música, atracciones, bares y, en definitiva, diversión en todas sus vertientes, demostrando que una cosa no está reñida con la otra y que se puede disfrutar igual de una exposición de fotoperiodismo y de una noria.
Sin embargo, precisamente la parte lúdica de la Semana hace que los vecinos no estén siempre conformes. Hace algunos años, se situaba en las inmediaciones del estadio de El Molinón, pero fue "expulsada" de allí por las presiones de los vecinos. Después, pasó por la Playa de Poniente, y allí estaba cuando hace tres años Avalanch dieron el concierto en el que grabaron su último disco en directo. Los dos años siguientes, 2009 y 2010, estuvo en la Playa de L'Arbeyal, aquí en mi barrio, y este año la colocaron en el otro extremo de la ciudad, en unos terrenos municipales junto al Campus de Viesques. Y entonces la Universidad de Oviedo, fiel a su costumbre y a su tradición, se aisló y se blindó para evitar que la realidad la manche.
Y ya durante la celebración del certamen, se empezó a escuchar que tal vez la Semana deje de estar en Gijón, y de hecho hace algún tiempo que ciudades como Avilés, Barcelona o incluso Milán coquetean con los organizadores para llevársela de aquí.
Y yo creo que si dejara de estar en Gijón se perdería mucho. Vale que puede que sea en ocasiones molesta, pero no lo será más que cualquier otra actividad lúdica que se puede dar en una ciudad cualquiera. O que puede que se den reyertas en ella, pero no más de las que hay un fin de semana cualquiera (que tampoco hay tantas, a ver si va ahora a pensar la gente que Gijón es una ciudad sin ley).
Pero si se la llevaran de aquí, aunque algunos vecinos ganaran en tranquilidad, se perdería mucho:
Por un lado, perderían los libreros que venden durante el certamen un porcentaje muy elevado de todo lo que venden al año. O los hosteleros que ponen su chiringuito en la Semana Negra y venden en una noche lo que en sus locales habituales venden en una semana o dos. Y también perderían los hosteleros que NO están en la Semana Negra pero que tienen el local cerca de donde la ponen y que despachan a la gente que va a la Semana Negra pero no quiere comer en ella (un dato: en mi calle hay un kebab y sólo lo vi lleno el año pasado, cuando la Semana Negra estaba a quinientos metros).
Pero también perdería el Ayuntamiento, porque perdería el dinero que recibe por dejar que se monten las atracciones en terrenos municipales.
Y sobre todo, se perdería la presencia de Gijón en los circuitos culturales internacionales, porque este certamen ha colocado la ciudad en la agenda de los amantes de la novela negra y ha hecho que se hable de la ciudad en los medios de comunicación de toda España. Y eso sí que sería una gran pérdida.
Sería necesario buscar alguna solución que permitiera que nunca se fuera de Gijón sin perjudicar a nadie, eso está claro. Porque sería una pérdida mucho mayor de lo que parece a simple vista.
A ver si ahora, con la tontería, van a llevarse la Semana Negra de aquí...
Y luego nos quejaremos...