lunes, septiembre 27, 2010

Juglares metálicos

Muy buenas, queridos lectores:
Ayer por la tarde estaba yo tirado en el sofá para recuperarme después de una noche de Heavy Metal y colegueo cuando me encontré con que en Tele 5 estaban echando un "interesante" programa sobre Belén Esteban. Desde ese momento, decidí que haría boicot a esa cadena, por su tercermundismo mental.
Pero de lo que quería hablar hoy no es eso. Es del Heavy del sábado, es decir, del concierto de los andaluces Saurom, que actuaban en Gijón por vez primera.



Para quien no los conozca, debo decir que Saurom definen su estilo como "Juglar Metal", o sea que a los sonidos más netamente metálicos, añaden las notas de la flauta travesera y de la gaita, instrumentos tocados por el guitarrista Narci que, por cierto, fue también el primer cantante del grupo, cuando todavía se llamaban Saurom Lamderth.
Llegamos un poco tarde a la sala Otto, así que de los primeros teloneros, Strike Back, sólo escuchamos una versión del "Wratchild" de Iron Maiden. El segundo grupo en sonar, Monasthyr, le echaron muchas ganas y nos hicieron disfrutar con su música, con canciones como "Bajo los restos".
Con bastante retraso sobre el horario anunciado salieron a las tablas Saurom. Mientras los músicos nos daban la espalda, su bailarina, Isa, su ángel caído, iba "despertándolos" mientras la intro sonaba. Justo antes de ésta acabara, ella nos miró y nos mostró unos colmillos vampíricos, justo antes de que se iniciara la descarga.
Salieron con "Irae Dei", el tema que abre su último disco, Maryam. A éste le siguieron "Stabat mater dolorosa", "Lejos del mar de rosas" y "Dioses eternos". Continuaron con "El laberinto de los secretos", "Traiciona a tus ídolos", "La batalla con los cueros de vino" y el festivo (aunque a mí no me parezca gran cosa) "La posada del Pony Pisador" de aquel grlorioso disco, Sombras del Este, en el que, con ayuda de la Sociedad Tolkien Española, recrean La Comunidad del Anillo, primer tomo de El Señor de los Anillos de Tolkien.

Stabat Mater Dolorosa (Miguel Ángel, Piedad, 1499)

Después de tocar "El arquero del rey", atacaron "Sandra", con Narci tocando en una misma canción guitarra, flauta y gaita. Continuaron con "Aquel paseo sin retorno", "Mentiras de seda pulcra", que es mi tema favorito del último disco, "Nebulosa", "Los jinetes negros" y el mítico "La musa y el espíritu".
Tocan "El monte de las ánimas", y después, mientras tocaban "Dracum nocte", Isa volvió a hacer acto de presencia para lanzarnos confetti. Pero ya queda poco, así que empiezan a despedirse con "La taberna" y terminan de hacerlo con "Las historias del juglar", durante la cual volvió a aparecer Isa para soplar pompas de jabón sobre todos nosotros.
Pese a ciertos problemas con el sonido, el concierto estuvo muy bien, con una banda entregada y muy comunicativa, especialmente Migue, el cantante, y con un público que actuó en consecuencia.
Esperemos que se dejen caer por el norte más a menudo.
Un saludo.

viernes, septiembre 17, 2010

Desencanto II (éste no es el texto que quería escribir)

Hola a todos, queridos lectores:
Supongo que el título os parecerá raro. Es muy sencillo. Ésta es la versión políticamente correcta del texto que sí quería escribir, y que es el que algunos me habeis pedido. Pero no me atrevo a publicarlo porque no quiero buscarme más enemigos de los que ya tengo. El texto original, queda guardado como borrador y saldrá a la luz en otras circunstancias históricas. O incluso dentro de muchas décadas, cuando alguien recopile mis obras completas.
Así que ahora hago un resumen sencillo, corto y sin bilis para que nadie piense que me olvido de mis lectores.
La idea que aparece como central en ese post es que, de momento, no voy a votar. Sí, lo digo yo, que siempre digo que el derecho al voto es algo a lo que no deberíamos renunciar por tanto tiempo en el que no se pudo votar en este país. Que he llegado a llamar a los días de elecciones "la fiesta de la democracia".
Pues no voy a votar. Por lo menos, durante un par de convocatorias.
¿Y por qué? os preguntaréis. Pues para evitar cometer un disparate del que me pueda arrepentir al final.
¿Os haceis a la idea de cómo me tiene el Gobierno?
Pues eso.

Desencanto I (éste es el texto que quería escribir)

Podría empezar diciendo, como tantas veces, "Hola, queridos lectores". Pero este texto lo escribo sin intención de que vea la luz, por lo menos de momento, así que me ahorraré saludos y entraré en materia de manera directa.
Éste es el texto que quiero escribir y el que muchos me llevais tiempo pidiendo.
No estoy conforme con el Gobierno. Ni con el Gobierno de la nación, ni con el Gobierno regional. No me gusta cómo lo están haciendo. Quede clara una cosa: no creo que tengamos una alternativa que lo pudiera hacer menos mal. Pero, sinceramente, los que están no creo que estén haciendo lo que sería más sensato que hicieran.
Desde el punto de vista del Gobierno nacional, la reforma laboral no me parece la más acertada. No es la que esperaríamos de un partido (teóricamente) de izquierdas, y la prueba es que hace algunos meses Rajoy propuso unas medidas sospechosamente similares a éstas. Pero siempre nos quedará el consuelo de que los empresarios no están de acuerdo con ella porque les parece tibia. Supongo que porque no se incluye el derecho de pernada.
Desde el punto de vista del Gobierno regional, la cosa está muy malita desde el punto de vista de la Cultura y la Educación. Habría que hacer muchos cambios para que esto funcionara de verdad.
Que nadie me entienda mal. Sigo creyendo en los valores de la izquierda y confiando en las ideas de la socialdemocracia. Pero de momento, prefiero no votar, para evitar cometer un disparate del que me pudiera arrepentir después. No puedo votar al partido en el Gobierno porque no estoy de acuerdo con su manera de trabajar en estas circunstancias. No voy a votar a Izquierda Unida, sobre todo para Asturias, porque al final sus valores no son tan distintos. No voy a votar a UPyD porque me parece un partido de derechas, pero que les da vergüenza reconocerlo. Y ojo. Si yo fuera de derechas y aquí hubiera una derecha civilizada(por "derecha civilizada" entiendo a gente como Obama, que es de derechas; en Estados Unidos no hay realmente izquierda), no me importaría decir que lo soy.Y no voy a votar al PP porque son de derechas.
Y votar a otra alternativa minoritaria, en realidad, sólo serviría para atomizar el voto y, al final, tirarlo a la basura.
Pero eso sí. Reconozco mi responsabilidad. Yo voté al partido que está en el Gobierno, porque creí en él. Y sé que, cuando cambie la gente que está al frente de él, volveré a creer. Pero no puedo evitar pensar que me han engañado, y por eso me siendo doblemente traicionado.
Pero eso también tiene otra lectura: si nosotros los pusimos, también nosotros somos los que tenemos la capacidad de quitarlos de ahí.
Pues eso.
Si alguna vez alguien lee esto, será porque lo han publicado en mis obras completas.
Un saludo.

jueves, septiembre 02, 2010

La de los toros

Muy buenas, queridos lectores:
Como últimamente todo el mundo me dejaba comentarios para decirme lo bien que escribo y lo buenas que son mis crónicas de conciertos (gracias, por supuesto), y hace tiempo que no hay polémica, voy a escribir sobre un tema controvertido: las corridas de toros y su prohibición en Cataluña. Que sé que va a traer cola.
Pero vayamos por partes.
Lo de la prohibición en Cataluña puede tener muchas lecturas. La primera es la evidente: que un grupo de personas decidieron someter a referéndum si se quería que allí hubiera espectáculos que denigraran o dañaran a los animales. Pero luego entró la parte política, cuando de la petición original se eliminó toda referencia que no hablara estrictamente de las corridas (lo que nos llevaría a concluir que los políticos pervierten toda iniciativa popular que tocan, pero no es momento ni lugar). Y claro. Ahí es donde se discute y se dice que los que no quieren las corridas son independentistas que no quieren a España.
Y a lo mejor no es tan sencillo.
En primer lugar, ¿todos los que se oponen a la existencia de las corridas son nacionalistas catalanes-vascos-gallegos-del sitio que sea? ¿No hay otras personas que se opongan a ellas sólo porque no les parece bien ver a un pobre bicho agujereado?
Ahora habrá quien me diga (sí, tú), que lo que me pasa es que como no me gustan los toros, lo que quiero es se prohiban, pero que lo que pasa es que no los entiendo. Vale. Que fijo que nadie en la plaza está allí para, con un placer morboso, ver como sufre un animal. Y que seguramente no sé lo bastante de tauromaquia como para apreciar la plasticidad de lo que pasa en la plaza.
Pero sí sé lo bastante de Historia del Arte como para dudar que los toreros deban recibir Medallas de Bellas Artes. Más que nada porque si me cuesta entender ciertas manifestaciones del llamado Arte actual como Arte, más me va a costar entender el toreo como tal.
Y siempre habrá quien diga que el toreo es una tradición. Sí, claro. También lo es tirar cabras del campanario. O la ablación del clítoris. Entonces, ¿vamos a justificar todas las tradiciones sólo por el mero hecho de serlo?
Que no es tan simple. Que tenemos que plantearnos que lo que es ilegal en un caso no puede dejar de serlo en otro. Es decir, que si no es legal coger a un perro y torturarlo hasta la muerte, no puede serlo hacer lo mismo con un toro. Porque tenemos que pensar cuál es la imagen que queremos que tenga este país en el extranjero. ¿Realmente nos interesa ser conocidos sólo por espectáculos que, a todo neófito, sólo le sugieren crueldad?
Pues eso.
Nos vemos.
P. D.: Por cierto, Pedro, sé que tú serás uno de los más beligerantes en este caso. Recuerda lo que habíamos hablado sobre usar la sangre en un espectáculo, cuando comentábamos el caso de aquel profesor de Filosofía alemán al que habían despedido por cantar en un grupo de Death Metal. Y lo que dijiste de la serie Dexter. Por si acaso.