viernes, agosto 21, 2009

Que no

- Que no, tío, que no, asúmelo.
- ¿Qué es lo que tengo que asumir?
- Mira, esa tía no te miraba los pectorales tan currados que tienes gracias a la natación y las pesas. Ni miraba tampoco esos brazos que te marca la camiseta ceñida que te pusiste.
- ¿Entonces qué estaba mirando?
- Pues hombre, está claro. Lo malo de las camisetas ceñidas es que no sólo marcan los músculos, marcan también lo que sobra.
- ¿Y se puede saber qué me sobra a mí?
- Si nos ponemos estrictos, poca cosa, la verdad, pero cuando la ropa te queda apretada, se ve más clara esa barriga que tienes, que no es gran cosa, pero que demuestra que la rubia con la que más te relacionas últimamente es la cerveza.
- ¿Tú crees?
- Sé que duele, pero sí.
- Vaya. Vamos a tener que hacer más abdominales.
- Pues ya sabes.

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