Hoy la música está de luto. Michael Jackson murió anoche.
Sabéis que yo soy más de Rock duro y Metal, pero en este caso es algo distinto. Jacko fue el primer cantante "de verdad" al que escuché cuando tenía seis o siete años. La primera cinta de cassette que me compré fue suya, Bad. Y, aunque os parezca un contrasentido, mi descubrimiento del Rock fue gracias a él. Cuando me regalaron la cinta de Dangerous para un cumpleaños, quedé alucinado con los solos de guitarra que hacía un músico invitado, un tal Slash, en varias canciones. Después, ya en el instituto, descubrí que ese Slash era el guitarrista de los Guns n' Roses. Me aficioné a la música de ese grupo, empecé a escuchar otros grupos del mismo estilo, a rebuscar con cuáles se habían peleado los Guns, de quiénes habían aprendido... Y lo que sigue, ya os lo imaginais.
Por eso, cuando en la radio escuché que Michael Jackson había muerto lo sentí profundamente. No sólo era cantante, era compositor, músico, arreglista, bailarín... Fue un pionero en los videoclips, se arriesgó, innovó... Fue, en definitiva, un músico honesto, y una de las personalidades más carismáticas de la Historia de la música.
Vale que se le había ido la pinza y que era un ejemplo claro de la decadencia a la que puede llegar una estrella si no tiene la cabeza bien amueblada. Pero al menos, es recordado por haber hecho algo (cosa que no podemos decir de muchos famosos actuales). Algo muy bueno.
Por eso, ahora que ya no está, independientemente de que nos guste mucho, poco o nada, tenemos que darnos cuenta de que el que se va no era un cantante cualquiera. Se fue uno de los más grandes.
El rey del Pop ha muerto. Ha nacido la leyenda.
Sabéis que yo soy más de Rock duro y Metal, pero en este caso es algo distinto. Jacko fue el primer cantante "de verdad" al que escuché cuando tenía seis o siete años. La primera cinta de cassette que me compré fue suya, Bad. Y, aunque os parezca un contrasentido, mi descubrimiento del Rock fue gracias a él. Cuando me regalaron la cinta de Dangerous para un cumpleaños, quedé alucinado con los solos de guitarra que hacía un músico invitado, un tal Slash, en varias canciones. Después, ya en el instituto, descubrí que ese Slash era el guitarrista de los Guns n' Roses. Me aficioné a la música de ese grupo, empecé a escuchar otros grupos del mismo estilo, a rebuscar con cuáles se habían peleado los Guns, de quiénes habían aprendido... Y lo que sigue, ya os lo imaginais.
Por eso, cuando en la radio escuché que Michael Jackson había muerto lo sentí profundamente. No sólo era cantante, era compositor, músico, arreglista, bailarín... Fue un pionero en los videoclips, se arriesgó, innovó... Fue, en definitiva, un músico honesto, y una de las personalidades más carismáticas de la Historia de la música.
Vale que se le había ido la pinza y que era un ejemplo claro de la decadencia a la que puede llegar una estrella si no tiene la cabeza bien amueblada. Pero al menos, es recordado por haber hecho algo (cosa que no podemos decir de muchos famosos actuales). Algo muy bueno.
Por eso, ahora que ya no está, independientemente de que nos guste mucho, poco o nada, tenemos que darnos cuenta de que el que se va no era un cantante cualquiera. Se fue uno de los más grandes.
El rey del Pop ha muerto. Ha nacido la leyenda.