jueves, octubre 30, 2008

Voto de pobreza

Muy buenas, queridos lectores.
Estos días me llamaron la atención dos noticias. Son las siguientes:
En primer lugar, que el hermano mayor del Papa, el sacerdote Georg Ratzinger, va a celebrar su cumpleaños con un concierto en el Vaticano que costará 100.000 euros.
En segundo lugar, que una misionera española perdió las piernas en un ataque de la guerrilla tutsi del Congo.
Si yo fuera un extraterrestre recién llegado a la Tierra, no vería relación entre las personas que protagonizan estas noticias. Sin embargo, pertenecen a la misma superestructura ideológica. A la misma confesión religiosa. Ambas personas son católicas, tienen los mismos votos (entre ellos el de pobreza...), se basan en las mismas enseñanzas y, teóricamente, creen en lo mismo.
Y sin embargo, yo no encuentro dónde está la relación entre aquél que vive entre lujo y oropeles y aquélla que ayudaba al prójimo en un lugar del Tercer Mundo.
No sé. Hay cosas que, por mucho que les dé vueltas, nunca llegaré a comprender.
Seguid cuidándoos.

martes, octubre 21, 2008

Desenterrando la verdad

Supongo que sabéis que Garzón está hablando de desenterrar a las personas que están en fosas comunes de la Guerra y la posguerra. Ahora vemos también opiniones a favor y opiniones en contra, como con todo. Así que, amparándome en la libertad que me da mi blog, voy a dar también mi opinión. Y estoy a favor, qué coño.
Lo primero que quiero decir es que desde mi humilde punto de vista, los familiares de los muertos tienen derecho a saber dónde están sus restos, tienen derecho a desenterrarlos y a darles una sepultura más digna. Creo que en eso estaremos todos de acuerdo.
Sobre otras cosas que se derivan de estas cuestiones, creo que voy a tener que servirme de la perspectiva del historiador. Así que ahí voy:
Se dice que esto es partidista, que sólo se reconoce a los muertos de un bando. Eso puede que sea verdad. Y si queremos que la cosa se haga bien, habría que desenterrar a los de los dos bandos. Pero también debemos recordar una cosa: Que puede que haya muertos del mal llamado bando nacional que estén en fosas comunes, o que fueran masacrados de mala manera o que fueran asesinados a sangre fría (era una guerra, y eso es lo que tiene). Pero esas personas fueron consideradas héroes, mártires incluso (¿cómo se llamaba hace algunos años la Plaza del Humedal de Gijón?), y los religiosos de ese bando fueron beatificados. Las familias de esas personas tuvieron pensiones. Su memoria, en definitiva, fue honrada. Pero los del otro bando, los que defendieron al Gobierno legítimo, fueron considerados traidores, nunca se rehabilitó su memoria, sus familias fueron estigmatizadas y sus juicios nunca fueron anulados (¡viva la sacrosanta Transición!).
No es venganza. No es revancha. Es justicia. Es reconocer que en una guerra ambos bandos cometen injusticias. Pero que el bando perdedor suele llevar la peor parte.

martes, octubre 14, 2008

¿Dónde está la crisis?

Puede que vaya a decir una obviedad, pero tengo que hacerlo: Hay crisis. La cosa está muy chunga, colegas.
Ahora podemos buscar culpables, y decir que es el sistema, o la ambición desmedida, o los directivos de las grandes corporaciones o el Gobierno (para el PP todo es culpa del Gobierno, ya sabéis), o lo que sea... Pero el caso es que hay crisis.
Y con toda esta movida, me encontré con cosas curiosas. Como que ahora todos los Gobiernos van al rescate de sus economías. Pero esperad un momento, que me entra una duda: ¿no nos decían no hace tanto que no era necesario que los Gobiernos metieran mano en la economía, que en el sistema capitalista no era necesario? Y mirad, ahora sí.
O lo que es lo mismo. Cuando los bancos (o las empresas en general) ganan, sus beneficios son privados, son sólo suyos; pero cuando pierden, las pérdidas son públicas, las pagamos todos. Vale, sí, ya sé que si lo bancos quiebran, los cuatro duros que tenemos en ellos se nos van al traste y nos quedamos todos en la ruina. Pero no sé, me llama la antención. Y a todo esto ¿Dónde quedaron las ganancias que atesoraron estos últimos años?
Lo que yo digo es lo siguiente: Si cuando un trabajador no es bueno en su trabajo, lo echan. ¿Podremos echar a los responsables de este descalabro para que no nos la armen otra vez? Molaría hacerlo, ¿verdad?
Seguid cuidándoos.

domingo, octubre 05, 2008

Otra vez

Reconozco que últimamente estoy muy pesado con los conciertos, pero bueno, también otras veces estoy meses sin ir a ninguno. Prometo que no volveré a escribir sobre música... hasta que vuelva a ir a otro, je, je. La cosa fue más o menos así:
Doce y veinte de la mañana del sábado día 4. Suena mi móvil. Es Miguel (alias Garry), colega del barrio de siempre, que me dice:
- Esta noche vamos a ver a Darksun. ¿Te apuntas?
Y yo, que pa' estas cosas no sé decir que no, pues me apunté. Así que anoche, nos fuimos a la sala Albéniz a verlos, yo por cuarta vez.
Acababan de sacar el disco nuevo, Libera me, hacía sólo un día o dos, así que no nos sabíamos las canciones nuevas. A ver si con las que nos sabemos de los discos anteriores "aprobamos".
Entramos a la sala y le pregunto a uno de los colegas si la chorba esa de la barra es la que fue teclista de Darksun cuando el primer disco y antes de Nörthwind. Me dicen que sí y me preguntan si me doy cuenta de quién es el tío que está con ella. Anda. Es Víctor García, el cantante de WarCry. Mola.
Nos sentamos para ver a los teloneros, La Hermandad, grupo cántabro que hacen una música deudora del sonido de Ñu, Mägo de Oz y algunos más, sobre todo por el uso del violín. No sonaban mal, pero el cantante estaba algo nervioso, por lo que nos explicó, porque era uno de sus primeros conciertos. Su música está bien, pero es algo repetitiva (y una canción tenía un estribillo que sonaba sospechosamente a Shakira...).
Terminaron su actuación y nosotros bajamos para ver de cerca al grupo principa. Y tan de cerca, que llegamos a la primera fila porque había poca gente.
Entonces, empezó lo bueno. Dani, Tino y compañía salieron con ganas de hacer un gran concierto, y de hacernos pasar un buen rato. Empezaron con "Para siempre", el tema que abre su último disco. Las primeras canciones nos dejaron algo fríos, pero no por ellos, sino porque no nos las sabíamos. Cuando sonaron "Como el viento", "Traición" o "Dentro de ti", fuimos entrando en materia. El sonido estaba muy bien, Dani cada vez canta mejor y ahora está aprendiendo a moverse en el escenario sin su guitarra, aunque todavía tiene algunas poses más propias de un guitarrista que de un cantante. Sin embargo, creo que los cambios vinieron bien al grupo. Suenan muy bien.
Fueron sonando sobre todo canciones del último disco, como "Miedo", "Huellas en la arena", "Tan lejos", "La sombra tras el cristal", pero también otras como "Prisoneros del destino", de los discos anteriores.
Un solo de batería que sirve para presentar al último fichaje, José Ojeda, que no participó en la grabación del disco, fue el arranque de los bises, que culminaron con "El legado" y "El lado oscuro".
Al final el concierto estuvo muy bien, pero quizá fue algo corto. Y todos nos llevamos algo. Maite, una de las baquetas, Nacho y yo, sendas púas del bajo, que nos dio en mano el propio Pedro (por cierto, qué púas más cutres, que no traen nada), y Miguel una de las hojas que tenían ellos en el escenario para saber qué canción va en cada momento, así que supongo que él podrá poner en su blog el repertorio en el orden exacto. Privilegios de la primera fila, je, je.
Nos vemos.