viernes, marzo 30, 2007

¿Café con leche? No, con conspiraciones

Menos mal. Ya pensaba que el tema de la semana iba a ser que Zapatero no tenía del todo claro cuál es el precio del café. Porque el martes se prestó a participar en un programa de televisión en el que la peña le hizo preguntas y un caballero procedente de Navarra le preguntó si sabía cuánto cuesta un café. Ante la respuesta del Presidente de que "Unos ochenta céntimos, más o menos", el hombre le respondío que eso lo costaba en los tiempos del abuelo Patxi. Teniendo en cuenta que ochenta céntimos es lo que cuesta el café en la cafetería del Congreso, que no hay que buscar demasiado para encontrar sitios donde cuesta alrededor de ese precio, que el precio normal ronda los noventa y cinco céntimos o el euro, o poco más (lo que cuadraría bien con el "más o menos" que dijo, aunque, como en todo, depende mucho de los sitios), y que, puestos a ponernos tiquismiquis, en cualquier máquina de café podemos tomarnos uno por mucho menos (y os lo dice alguien que se ha tomado cafés en docenas de máquinas), no me parece que la cuestión merezca que se le dé la importancia que se le ha dado en los medios (además, ¿alguien se molestó en saber si ZP toma café?).
Pero, afortunadamente, el juicio del 11-M nos ha dejado un tema más jugoso. El otro día testificó el responsable de la policía en aquellos tiempos, y actualmente eurodiputado por el PP. El buen señor dijo que un policía le había dicho que había pruebas de que ETA tenía que ver con los atentados. Pero, en lugar de decir el nombre del policía o presentar alguna prueba, prefirió no hacerlo.
Yo, malpensado por naturaleza como soy, creo que mentía. Porque si fuera verdad y presentara pruebas, daría alas a los representantes de la teoría de la conspiración y demostraría que ETA es mucho peor de lo que ya de por sí es, y entonces empezaríamos a oir que si el Gobierno actual está pactando con los responsables del 11-M, y el PP, apelando una vez más a argumentos emotivos, podría ganar mucho más.
Sin embargo, la mentira tiene la virtud de sembrar la duda. Y si encima no da más datos amparándose en la protección del testigo, queda bien. Y todo ello evitaría que quedara demostrado lo más evidente: Que el anterior Gobierno minimizó el peligro del terrorismo islamista, obcecados como estaban en considerar un único (pero no por único menos grave) peligro.

lunes, marzo 26, 2007

Lo que hay que ver

" (...) Libertad, libertad / sin ira, libertad / guárdate tu miedo y tu ira / porque hay libertad (...)". ¿Os acordáis? Esta canción fue un símbolo de la Transición, un símbolo de las ganas que tenía toda la gente de este país de empezar una nueva etapa histórica y un símbolo de unidad. Sin embargo, como ya sabéis, cierto partido se ha apropiado de ella con fines electoralistas, igual que hizo hace poco con el lazo azul. En sí mismo, el hecho de que se apropie de la canción y la asocie a sus intereses no es tan raro, porque, como acabo de decir, no es la primera vez que intentan que un símbolo de todos sea considerado como un símbolo sólo suyo. Lo raro de todo esto es lo poco que creen en la letra de la canción.
En efecto, como ya habréis oído, el Partido Popular se niega a participar en entrevistas, debates y demás milongas de esa índole en los medios del grupo mediático PRISA (al que pertenecen, entre otros, la cadena SER, Cuatro y el diario El País). ¿El motivo? Que están todos iracundos porque el presidente del grupo, Jesús de Polanco, haciendo uso de su libertad de expresión, dijo algo que muchos pensamos: que al Partido Popular cualquier medio le vale con tal de recuperar el poder (idea sobre la que yo pensaba escribir en este blog antes incluso de que se iniciara toda esta polémica). O lo que es lo mismo: Que según estos señores del Partido Popular está bien que desde El Mundo o la cadena COPE se inventen teorías de la conspiración para perjudicar al Gobierno (como decía aquél, "nunca dejes que la verdad te arruine una buena noticia"), pero no está bien que un ciudadano, a título personal, dé su opinión. Resumiendo sus ideas, lo de El Mundo y la COPE es libertad de expresión, y lo Polanco, tocar los cojones.
Eso me lleva a considerar una serie de curiosas casualidades en lo que se refiere a ciertos vocablos. En el caso de la palabra "libertad", tan manida en los últimos tiempos, hay diferentes visiones de ella. Por ejemplo, existe una página web, www.libertaddigital.com (que uno de vosotros lee habitualmente), en la que se reivindica la libertad de expresión, aunque sólo se utiliza para criticar a todo aquello que no es de derechas (¿qué casualidad, verdad?). En el caso de la palabra "democracia", ese concepto que todos dicen defender, es llamativo que se utilice en el nombre de un partido político de extrema derecha, Democracia Nacional, que, por razones obvias, no debe de tener muy claro qué significa la palabrita en cuestión.
Pero claro, ¿a quién le importan las palabras cuando se quiere ganar votos?
Bueno, por hoy voy a dejarlo, porque me parece que los Peones Negros (ya sabéis, ese grupo ultra que en una reciente manifestación en Logroño recibió financiación del alcalde de esa ciudad, del Partido Popular) están a punto de amenazarme de muerte.

miércoles, marzo 21, 2007

Noches de cine e insomnio

La televisión en España ha perdido el norte. No hace demasiado tiempo, por influencia de las series americanas, todos los capítulos de las series españolas tenían unas duraciones definidas: media hora las series de humor, y una hora las series "dramáticas". Sin embargo, ahora cualquier episodio de cualquier serie dura al menos hora y media, lo que unido a la publicidad puede hacer que uno se ponga a ver algo a las diez de la noche y no termine hasta las doce. Y claro, es bastante pesado aguantar hasta esas horas cuando por la mañana hemos madrugado.
Pero con el cine es aún peor. Los intermedios hacen que cualquier película dure hasta la una o más. Y en una serie me importa menos, pero hay películas que merecen un respeto. Os voy a dar un ejemplo:
La semana pasada Antena 3 emitió la película Master & Commander, que algunos de vosotros me recomendasteis en su momento. Precisamente, la reiterada recomendación me hizo querer verla. Eran las diez y algo (ya empezaba con retraso) de un martes y la peli comienza.
Me encuentro una película bien hecha, que parece que promete bastante y me tumbo en el sofá para disfrutarla cómodamente y con tranquilidad, bien tapado con una manta (no en vano, seguía siendo invierno) y con el perro a mis pies.
Casi siento el olor a mar, y los personajes, bastante bien caracterizados, me recuerdan que hace tiempo me gustaban las pelis de barcos.
"Silencio de proa a popa", se grita en un momento dado, expresión que, nunca supe bien por qué, siempre me hizo gracia.
De pronto, sin previo aviso, un intermedio. Estoy tranquilo, es normal, es una cadena privada, se financia con la publicidad (o eso quieren hacernos creer...).
Casi veinte minutos más tarde, la cosa vuelve a empezar. Menos mal que ponen en una esquina de la pantalla el título de la película, porque casi se me olvida cuál estaba viendo. Vuelvo mi mirada al vídeo para saber la hora. Hace rato que dieron las once. Y esta mañana madrugué. En fin, calma.
Arrecia el temporal cuando se dirigen al cabo de Hornos, esto se pone interesante. Islas Galápagos, un barco francés que hace la puñeta... Esta película no está nada mal. Pero la publicidad vuelve a aparecer.
Un taco viene a mi mente, pero me abstengo de soltarlo: Mis padres están en el sofá de al lado, y no quiero demostrarles lo mal que hablo. Además ya lo tienen asumido. El perro hace rato que prefiere dormir en la alfombra.
Cuando ya casi he perdido la esperanza, el intermedio termina ("no hay mal que cien años dure") y la película continúa. Son más de las doce, se me cierran los ojos y en mi cansado cerebro las imágenes de la película se mezclan con otras surgidas de mi calenturienta mente. Hay momentos en los que no estoy seguro de si estoy viendo Master & Commander o estoy oyendo el Master of Puppets de Metallica.
Se encuentran con el barco francés y empieza el lío. Casi podemos oler la pólvora. Y en pleno fragor... más publicidad.
Me empiezo a cabrear... Oigo un tenue ronquido en la alfombra: Hasta el perro ronca. Esto no tiene nombre.
Otros veinte minutos más tarde, la película vuelve a empezar. Tampoco queda tanto. Tiros, estocadas... Y por fin la película termina. Y me queda buen sabor de boca, es una película que puedo recomendar a mis lectores.
Me acuesto y miro la hora en el despertador. Es más de la una. La película ha durado más de tres horas. Y todo por la puñetera publicidad.
Al final voy a tener que hacer lo que me recomendaba uno de vosotros hace poco (me remito a los comentarios de mi texto "Días de Cine"): Hacerme habitual usuario de los video-clubes.
Nota: Esta experiencia tuvo dos consecuencias: Una, que al día siguiente de ver la película tuve serios problemas para levantarme. La otra, que ahora encima de mi escritorio hay una novela de Patrick O'Brian.

miércoles, marzo 14, 2007

Víctimas del terrorismo

Volvemos a tener un tema polémico, y de los que traen cola, así que voy a tener que curarme en salud y decir alguna cosilla antes de entrar en materia: En primer lugar, quiero dejar claro que considero que las víctimas de algo tan terrible como es el terrorismo merecen todo el respeto y el apoyo posibles por parte del Gobierno y de la sociedad. Por ello, este texto no es una crítica a las víctimas, sino una crítica al uso (y abuso) que se hace de ese colectivo. Dicho esto, empiezo:
Una víctima no pidió ser un símbolo. Una víctima no quiso en ningún momento ser un héroe. Una víctima es alguien que sufrió un hecho trágico y traumático. Por eso, utilizar a las víctimas como símbolos y asociarlas a un partido político concreto me parece un ejemplo de bajeza moral. En el menos malo de los casos, se les identifica con ese partido y se les niega la capacidad de decidir si quieren que sea ese partido y no otro el que se erija en su defensor. En el peor, se les convierte no en personas, sino en objetos pertenecientes a ese partido.
Por eso, cuando el Partido Popular intenta presentarse como el único que representa a las víctimas del terrorismo, pienso que no deja de ser otra de sus maniobras electorales, y me pregunto qué pensaran muchas víctimas al verlo. Víctimas que tal vez nunca se plantearon la posibilidad de votar a ese partido. Y también me reafirmo en una opinión que ya os manifesté a algunos de vosotros en otros momentos: Cuando los españoles cuentan muertos, muchos miembros del PP (no todos, por supuesto), cuentan votos.
Sin embargo, no sólo el PP se intenta mostrar como el partido de las víctimas. También ciertas asociaciones de víctimas dan su apoyo sólo al PP y critican a los demás. Por ejemplo, la AVT sólo suele presentarse en los juicios de los etarras que atentaron contra miembros de ese partido. En otros juicios, como el de los que atentaron contra el socialista Eduardo Madina, no se presentan. Eso demuestra que para algunos miembros de la AVT, unas víctimas valen más que otras.
Y cuando se niega el hecho de que el PP y la AVT tienen intereses comunes se miente. Esta misma mañana (escribo el día 14 de marzo de 2007, aunque el texto se publicará dentro de algunos días), en el juicio contra los terroristas del 11-M, los abogados pagados por la AVT no hicieron sino alentar las teorías de la conspiración, intentando desprestigiar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y haciendo más por la defensa que por la acusación. Con razón Pilar Manjón les pidió que se retiraran del juicio si no tenían nada en contra de los acusados.
Por todo esto, pido el apoyo para las víctimas del terrorismo y el respeto para ellas. Pero pido también que no se les use como arma arrojadiza, ni como un argumento electoral. Que se respete su dolor y no se le niegue a cada una de ellas la capacidad de decidir qué partido quiere que le represente.

sábado, marzo 10, 2007

¿Dónde estabais en los malos tiempos?

Hoy hay una manifestación en Madrid. La organiza el Partido Popular, que por fin ha conseguido su propósito. Que con la cantidad de temas importantes que hay, hoy sólo se hable de la dichosa manifestación. Por supuesto, cuando hablo de temas importantes no me refiero al Barcelona-Madrid de esta noche; sinceramente lo que hagan 22 millonarios en el césped me importa poco. Sólo me interesa porque es una buena excusa para ver a los colegas.
Cuando hablo de temas importantes me refiero a cosas como el cambio climático, y a los acuerdos que la Unión Europea alcanzó esta semana. Al juicio del 11-M, con el que se pueden relacionar las interesantes declaraciones que hizo ayer Pilar Manjón, declaraciones que no creo que hoy estén recogidas en el diario El Mundo. Al hecho de que pronto van a ser las elecciones autonómicas y municipales, en las que tendrá un peso enorme la cuestión de la corrupción urbanística (aunque uno de vosotros ya se encargó de aclararme que la operación Malaya no fue sino una cortina de humo del Gobierno para evitar que se hablara de terrorismo). Incluso que hasta en Estados Unidos se plantean que la guerra de Irak está siendo un fracaso (y se dan cuenta ahora...)
Y otro tema de importancia puede ser que mañana se cumplen tres años del atentado de Madrid. Hombre, esta semana ya nos dejó claro Esperanza Aguirre que no fue tan grave, que aunque murieran casi doscientas personas, lo más grave que ha pasado en la democracia es lo del etarra. Pero, aún a riesgo de ser impopular, yo creo que deberíamos recordarlo igualmente.
Pero por una vez, no vamos a ponernos picajosos. Para evitar tonterías sobre conspiraciones tan de moda últimamente (que si los príncipes anunciaron el sexo del bebé que esperan por orden del Gobierno para que no se hablara de ETA, que si Felipe González fue el responsable del atentado contra Aznar, frase ésta dicha ayer por el que fuera portavoz del primer Gobierno de Aznar, Miguel Ángel Rodríguez, en Antena 3), vamos a recordar dónde estábamos cuando nos enteramos de lo que había pasado (espero vuestros comentarios, por supuesto).
Por aquello de que este es mi blog, vais a permitirme que empiece yo (je, je). Acababa de volver del viaje de fin de carrera con algunos de vosotros, ¿recordáis? Como éramos así de chulos, nos fuimos después de los exámenes de febrero y no en septiembre como es lo habitual. Estábamos ya en España, yendo a la Facultad, y, en ese momento, en una clase impartida por el que, a la postre, sería mi tutor de doctorado. Cuando el profesor dijo "vamos a hacer un descanso", unos cuantos nos pusimos a hablar, seguramente de alguna anécdota del viaje. Entonces, vibró mi móvil en uno de mis bolsillos, y uno de vosotros me preguntó a través del auricular "¿te has enterado?".
Exactamente un año más tarde yo estaba en un aula diferente, en un aula del instituto en el que hacía las prácticas, el mismo en el que estudié con unos cuantos de mis queridos lectores, ¿os acordáis? Esta vez yo era el profesor, y la profesora titular y yo les propusimos a los estudiantes de la asignatura de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato hacer un debate sobre el atentado.
Les sugerimos que empezaran recordando dónde estaban cuando oyeron que había habido un atentado.

lunes, marzo 05, 2007

De vuelta a la acción

"En tu blog o en el mío". Con esta frase me despedí de uno de vosotros el sábado porque ya estaba claro que esta semana íbamos a iniciar una discusión de blog a blog (me remito a los comentarios que en breve aparecerán bajo estas líneas, que remiten a su blog, en el que también voy a escribir algunas palabras). El tema en concreto es, como no podía ser de otro modo, el de la concesión a de Juana Chaos de la prisión atenuada. ¡Qué ganas tenía de volver a tener un tema polémico para escribir!
En primer lugar, mi postura sobre el tema en concreto está clara. Tanto si nos gusta como si no, su traslado al País Vasco fue algo totalmente respetuoso con la ley. Que sea una ley incompleta o que sea necesario realizar ciertos matices es algo en lo que no entro. Ese cabrón fue tratado de acuerdo a la ley.
En segundo lugar, pese a lo que ponen las pancartas de las manifestaciones del PP y de la AVT, matar no es gratis, ni salió a la calle alguien que no pagó por sus asesinatos. De Juana Chaos ya había cumplido la condena que le habían impuesto por sus crímenes. Ahora estaba cumpliendo por las amenazas vertidas en un par de artículos. Y tampoco salió a la calle. Sigue cumpliendo condena, pero en un régimen diferente, debido a su diferente situación.
¿Está mal lo que hizo el Gobierno? Yo creo que no. Principalmente porque no había otra opción. No se podía correr el riesgo de que ese tipo muriera, dando a los etarras una excusa para volver a matar (excusa que no suelen necesitar, pero que en este caso les haría sentirse legitimados) y un héroe. Por mucho que diga Rajoy, en la misma circunstancia, él habría hecho lo mismo. Y si hay alguna duda, sólo hay que recordar (el haber estudiado Historia me ayuda a hacerlo) que Aznar acercó o excarceló a presos durante la anterior tregua de ETA. Y esto no es un rumor o una teoría conspirativa: es una realidad que está en los periódicos.
Rajoy y todos los fanáticos que le siguen pueden seguir gritando, pero no por eso van a tener más razón.
P. D.: Hablando de cosas más interesantes, mañana, día 6 de marzo, cumple años mi escritor favorito, Gabriel García Márquez. Además, este año se cumplen cuarenta de la publicación de su mejor obra, Cien años de soledad, y veinticinco de la concesión del Premio Nobel. Felicidades, maestro.